Saló de l’Ensenyament: hacer de DJ, conducir un tren o sesión de peluquería
Fira de Barcelona acoge hasta domingo 250 expositores el gran evento educativo, impulsado por la FP y el asesoramiento a los alumnos


El Saló de l’Ensenyament es todo, menos aburrido. Uno puede ir a intentar aclarar las ideas sobre qué estudiar o buscar el mejor centro para un determinado estudio, pero también hay espacio para comer una tempura o unos creps, ensayar una coreografía o someterse a una sesión de peluquería. Fira de Barcelona acoge hasta el domingo este gran evento -con 100.000 visitantes la pasada edición- que cuenta con 250 expositores (un 12% más que el año pasado) y que crece impulsado por la Formación Profesional privada y el servicio de orientación a alumnos y familias.
Precisamente, el pabellón de la FP es un espacio prometedor para la interacción y ver de forma práctica la posible futura ocupación del estudiante. Hacer de DJ, productor musical, azafata de vuelo, monitor deportivo o conductor de trenes es posible gracias a los simuladores o sesiones prácticas que organizan los diferentes centros educativos, esencialmente privados. “La privada ocupa casi el 80% del espacio, ha crecido mucho y se basa en el márquetin”, comenta Álvaro, profesor de FP en un instituto público y asesor en el estand del Consorcio de Educación de Barcelona.
Este docente explica que los intereses de los alumnos “va a modas, depende de reality de turno, si es de cocina, todos quieren hacer cocina. Ahora lo que más interés despierta es, además de salud, el sector de ocio y de monitor deportivo. Pero seguramente acabarán trabajando en un gimnasio y mal pagados, cuando tenemos sectores como el de la industria y la movilidad sostenible donde no se llenan las aulas y, en cambio, tienen trabajo asegurado y buenos salarios”, abunda. El profesor admite que muchos alumnos llegan “con una idea preconcebida y que es difícil hacerlos cambiar de opinión u orientarlos hacia un sector muy diferente”, y por eso considera que la orientación habría que hacerla antes, en los primeros cursos de la ESO.
El estand del Ejército ha vuelto a ser, como ya es tradición, objeto de protesta por parte de un grupo de medio centenar de activistas contrarios a la presencia de las Fuerzas Armadas en un evento educativo. Pero ello no ha evitado las largas colas de jóvenes para preguntar y subir a la cabina del avión que había de muestra. Carlos, a pesar de sus 15 años, tiene claro que su carrera será militar. En su familia hay varias miembros del Ejército y, aunque preferirían que eligiera otro camino, el joven ha ido a informarse de las diferentes opciones. “Me interesa el de Tierra e ingresar en un grupo de operaciones especiales”, comenta.
Otros estands relacionados con las fuerzas de seguridad o emergencias también estaban muy solicitados por alumnas como Manar (15), que tiene claro que quiere ser Guardia Urbana. “Me gusta ayudar a la gente y lo que me han explicado sobre las asignaturas y las prácticas me ha encantado”, manifiesta satisfecha.
Estos días la polémica también salpica a Renfe, pero ello no ha supuesto un obstáculo para que muchos alumnos se interesen en la formación para la conducción o el mantenimiento de los trenes. O, al menos, en probar su simulador, como ha hecho Nico (15 años), quien tras pasar un buen rato, no está tan convencido de verlo como una salida de futuro. “Es interesante, pero no estoy 100% seguro que quiera dedicarme a ello”, asegura tras probar el simulador.
Adrián, profesor de la Escuela Técnica de Mantenimiento de Renfe, explica que los alumnos que se acercan al expositor “están interesados en ser conductores, pero muchos son demasiados jóvenes, hay que tener como mínimo 20 años, pero les animamos a seguir estudiando porque aquí tienen trabajo fijo y un sueldo digno”.
Los estudios de FP han ido creciendo durante los últimos años y ese interés se refleja también en que ya ocupa el 40% del espacio del Saló y su presentación es más dinámica que la de las universidades. “Está muy bien porque todo es muy interactivo, pero a lo mejor se echa en falta que la información te la den profesionales, que te expliquen cómo es”, apostilla Ignasi (17).

La clave de la orientación
Una de las apuestas de salón es la orientación a los alumnos. En este ámbito se han programado unas 200 actividades (un 18% más que el año pasado), que van desde conferencias, talleres, pero también un servicio personalizado de consultas a cargo de psicólogos y psicopedagogos -que prevé atender a 1.500 personas- y varios puntos a asesoramiento repartidos por toda la feria.
Eric (17 años) ha recurrido a una de las 20 mesas habilitadas en el espacio Orienta’t. Quiere ser terapeuta de adicciones y ha venido a que le aconsejen sobre el mejor itinerario. “Ya me había informado previamente y yo pensaba dejar el bachillerato para irme a la FP, pero ahora veo que es mejor acabar el bachillerato y hacer Psicología en la universidad”, explica.
La apuesta segura de las universidades
Caminar por el pabellón de las universidades resultaba difícil este miércoles al mediodía. Centenares de alumnos hacían cola para informarse sobre las diferentes titulaciones que ofrecen campus públicos y privados. Menos atractivos i reclamos interactivos, pero igual de interés por parte de alumnos, como la Dado (16), que quiere estudiar Educación infantil. “Me encantan los niños. La infancia es el momento más importante de la vida y me gustar estar con ellos y cuidarlos, son muy agradecidos”, explica.
Al otro lado de los estands, lo alumnos de secundaria se encontraba con alumnos universitarios que ejercían de informadores. Oriol y Laura, en tercer curso de Economía y ADE, respectivamente, explicaban los estudios que imparte la Pompeu Fabra. “Piden información muy general porque muchos no saben qué hacer, pero la pregunta estrella es si las Matemáticas son difíciles”, comenta Laura. Oriol añade que la proximidad de edad hace que el trato sea más personal. “Yo les digo que hace tres años era yo el que estaba al otro lado preguntando”.
Ainhoa (17) hace cola en las diferentes titulaciones de la Universidad Politécnica. Ahora en los estudios de Inteligencia Artificial, pero va tanteando varios. “Sé que quiero hacer algo tecnológico, pero no sé qué. Me gustan las Matemáticas y la Física, estoy mirando los grados a ver si me decido”.
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