Una madre da a luz en el hospital materno infantil de Ja�n (Foto: Francisco Vega)
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Parir es cosa de mujeres y por eso deben ser ellas las que decidan bajo qu� circunstancias hacerlo. «Devolver a las futuras madres el protagonismo del alumbramiento de sus hijos es uno de los objetivos que acaba de plantear la consejer�a de sanidad de Catalu�a», afirma Fernando Escolano, jefe del servicio de Anestesiolog�a, Reanimaci�n y Terap�utica del dolor, del Hospital del Mar de Barcelona. Y en este nuevo marco, este especialista acaba de dirigir un simposium sobre la analgesia obst�trica.
Los datos de la reciente encuesta ANESCATA, en la que han participado 131 centros catalanes, revelan que «el 11, 30% de toda la asistencia anest�sica que se realiza en la comunidad catalana corresponde a la obstetricia. De hecho, en un 86% de los partos se realiza alguna actuaci�n sedante. Tenemos la cifra m�s alta del mundo. En Francia, por ejemplo, el porcentaje se sit�a en el 53%», recuerda el anestesista catal�n.
Uno de los apartados m�s interesantes del foro ha sido el dedicado a la informaci�n y aceptaci�n de la analgesia seg�n los distintos grupos �tnicos. «Actualmente, el 50% de las mujeres que dan a luz en Catalu�a es inmigrante. Pero esta cifra va a seguir creciendo porque son las que empiezan a tener hijos a edades m�s tempranas y, adem�s, los tienen muy seguidos. La forma de facilitarles informaci�n sobre c�mo va a ser la asistencia sanitaria en su parto, ha supuesto todo un reto y un esfuerzo. Lo importante es que hemos aprendido que cada grupo tiene sus costumbres y, por tanto, sus razones para temer o no la anestesia y aceptarla». Este especialista hace referencia, por ejemplo, a las f�minas sudamericanas.
«Cuando les propones la sedaci�n dicen que no porque creen que tienen que pagar por ella, un hecho que es propio de sus pa�ses de origen Sin embargo, cuando les explicas que es gratuita y que, adem�s, no provoca par�lisis de las piernas, un mito muy extendido entre ellas, la aceptan de buen grado. Lo mismo sucede con las mujeres �rabes. Ellas est�n familiariz�ndose mucho con la analgesia y la admiten, pero aunque no sientan dolor gritan durante el alumbramiento, sobre todo en los casos en los que los maridos est�n presentes. Se trata de un factor cultural».
Fernando Escolano se felicita por la buena aceptaci�n de la sedaci�n y por el alto grado de satisfacci�n que han encontrado entre las usuarias. Tambi�n por la baja mortalidad materna de nuestro pa�s: siete de cada 100.000 parturientas fallecen en el paritorio, en comparaci�n, por ejemplo, con los 16 �bitos que se producen en pa�ses africanos. Destaca que una de las conclusiones m�s relevantes de este encuentro es que se va a protocolorizar el tratamiento del dolor posces�rea. «Hasta ahora, las mujeres recib�an calmantes a demanda, pero hemos decidido hacer una analgesia posparto pautada», aclara. Este experto insiste en que hay otras formas de dar a luz que est�n a�n por llegar y extenderse como es el parto natural en casa, con asistencia de matronas y una ambulancia en la puerta del domicilio por si se necesitara trasladar de forma urgente a a la madre o al hijo.
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